En esta vivienda la propiedad buscaba un refugio de fin de semana y escapadas ocasionales, con un programa sencillo de dos dormitorios y donde se dispusiera de un espacio de estar-cocina integrado amplio para encuentros familiares.
Este programa se dividió en dos zonas claramente diferenciadas noche-día, con dormitorios y baño a norte y cocina y estar a sur, con eje pasillo y chimenea articulando ambas zonas.
Igualmente se propuso por parte de la propiedad el distribuir todo el programa en una sola planta, por temas futuros de movilidad, con una conexión directa con el jardín y la zona solada frente a la cocina.